En el fascinante mundo del té, las infusiones y las especias, hay ingredientes que no solo aportan sabor y aroma, sino también historia, funcionalidad y valor añadido. La canela es uno de esos clásicos atemporales que trascienden modas y generaciones. Con su perfil cálido y reconfortante, ha sido durante siglos una protagonista tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
Pero más allá de su uso culinario, la canela destaca como una planta medicinal de valor terapéutico, a la que se le atribuyen propiedades ampliamente estudiadas que siguen despertando el interés de consumidores y profesionales del bienestar natural.
Con una historia milenaria y un lugar privilegiado en mezclas herbales, digestivas y funcionales, la canela se ha ganado un lugar como ingrediente de alto valor terapéutico y estrella en muchos blends de té por su aroma, sabor y propiedades.
En este artículo exploraremos todo el potencial de la canela: sus tipos, principios activos, usos medicinales y aplicaciones en infusión. Una guía útil para enriquecer tu catálogo profesional con conocimiento, criterio y propuestas que conecten con lo que tus clientes están buscando.
¿Qué es la canela?
La canela es la corteza interna seca de los árboles del género Cinnamomum spp., pertenecientes a la familia de las Lauráceas. Una vez recolectada, esta corteza se separa con cuidado, se deja secar y se enrolla de forma natural formando las características varitas aromáticas, conocidas como quills.
Su presentación puede encontrarse en rama o en polvo, con un perfil sensorial cálido, dulce y ligeramente picante que la hace inconfundible.
Más allá de su atractivo gastronómico, la canela destaca por una amplia gama de propiedades, respaldadas tanto por siglos de uso en la medicina tradicional como por estudios científicos recientes. Es una especia funcional de gran interés en el mundo del bienestar natural.
Rasgos botánicos de la canela
La planta de la canela es un árbol perenne que puede alcanzar entre 8 y 18 metros de altura, dependiendo de la variedad y condiciones de cultivo. Sus hojas son lanceoladas, de color verde brillante, y sus flores pequeñas y amarillentas desprenden un aroma especiado.
Sin embargo, el verdadero valor botánico y comercial del árbol reside en su corteza interna: una capa fina, de textura suave y aroma intenso.
El proceso de recolección de la canela requiere habilidad y cuidado. Se corta el árbol joven cerca de la base para estimular la aparición de nuevos brotes, y aproximadamente un año después, se pela con precisión la corteza de los tallos renovados. Luego, la corteza se deja secar al sol, adquiriendo su característica forma enrollada y convirtiéndose en un producto de alto valor.

Historia, origen y expansión global de la Canela
La canela es una de las especias más antiguas documentadas en la historia de la humanidad. Su origen se sitúa en el sur de Asia, concretamente en Sri Lanka y el sur de la India, donde crece de forma natural en los bosques tropicales.
Se tienen registros de su uso ya en el año 2000 a.C., cuando formaba parte del comercio entre Asia, Oriente Medio y África.
La canela aparece mencionada en antiguos textos religiosos como la Biblia y se utilizaba en ceremonias de embalsamamiento en el Antiguo Egipto. En la antigua Roma, se consideraba una mercancía de lujo, más valiosa incluso que el oro, reservada para la élite y utilizada en perfumes, ungüentos y preparados médicos.
A lo largo de los siglos, comerciantes árabes mantuvieron en secreto su origen real para preservar su control sobre el comercio. No fue hasta la Era de los Descubrimientos, con la llegada de los portugueses a Sri Lanka en el siglo XVI, que Europa accedió directamente a las plantaciones de canela. Desde entonces, la especia se convirtió en un motor económico clave en las rutas coloniales.
Con el paso del tiempo y gracias a su alta demanda, la canela se introdujo con éxito en otras regiones tropicales del mundo. Hoy en día, su cultivo se ha expandido a países como Indonesia, Vietnam, China, Madagascar, el Caribe y América Central, donde las condiciones climáticas favorecen su desarrollo.
No obstante, Sri Lanka sigue siendo uno de los principales productores de la canela más valorada: la variedad Ceilán.
La historia de la canela es, en definitiva, un recorrido que conecta culturas, economías y tradiciones a lo largo de milenios. Su expansión global ha hecho posible que esta especia siga siendo tan relevante en la actualidad como lo fue en las civilizaciones más antiguas.
Composición y principios activos de la canela
Uno de los aspectos más interesantes de la canela como planta medicinal reside en su compleja y rica composición fitoquímica. Detrás de su aroma y su sabor, se encuentran compuestos bioactivos naturales que han sido estudiados en ámbitos como la alimentación, la fitoterapia y la formulación de mezclas funcionales.
Entre los principios activos de la canela, destacan especialmente los siguientes:
- Cinamaldehído: principal responsable de su aroma característico y de los efectos antimicrobianos y antiinflamatorios que se le atribuyen. Está presente en altas concentraciones en el aceite esencial.
- Eugenol: un compuesto aromático que se encuentra principalmente en la variedad Ceylán, al que tradicionalmente se le han atribuido usos en el ámbito del bienestar natural.
- Procianidinas: polifenoles con propiedades antioxidantes ampliamente estudiadas.
- Cumarinas: presentes en mayor cantidad en la canela cassia, su consumo en exceso puede tener efectos adversos. Por eso, es importante tener en cuenta su proporción, especialmente en usos frecuentes o prolongados.
- Mucílagos y taninos: sustancias vegetales tradicionalmente utilizadas en preparaciones herbales con finalidad digestiva.
Gracias a esta combinación de compuestos, la canela es una especia muy valorada en la elaboración de infusiones naturales, preparados herbales y productos orientados al bienestar, tanto en prácticas tradicionales como en tendencias actuales.
Tipos de canela y propiedades
Hablar de la canela como planta medicinal o como especia gourmet implica necesariamente considerar sus distintas variedades. Aunque comercialmente se utilice el mismo nombre para todas, existen diferencias notables entre los tipos de canela que influyen en su aroma, composición y aplicaciones.
Estas diferencias son especialmente relevantes en su uso en infusiones y blends de té, donde cada variedad aporta matices únicos tanto en sabor como en propiedades funcionales.
Las dos principales variedades que encontramos en el mercado son:
Canela de Ceilán (Cinnamomum verum o C. zeylanicum)
Conocida como la “canela verdadera” y la favorita en el segmento premium, esta variedad es originaria de Sri Lanka y considerada la más apreciada a nivel culinario y botánico.
La canela de Ceilán tiene un sabor sutil, dulce y levemente floral, con un perfil más complejo y elegante que otras variedades. En su forma seca, la corteza se enrolla en finas capas que forman bastones quebradizos, fácilmente pulverizables.
Su bajo contenido en cumarinas la convierte en una opción ideal para usos frecuentes, como en mezclas funcionales, infusiones orientadas al bienestar o aplicaciones con tradición fitoterapéutica.
Canela Cassia (Cinnamomum cassia)
La canela Cassia, más robusta en todos los sentidos, es una variedad originaria del sudeste asiático, especialmente China, Indonesia y Vietnam. Su sabor es más fuerte, picante y especiado, con un aroma más penetrante.
La corteza es más gruesa y dura, y su color suele ser más oscuro. Su mayor proporción de cumarinas hace que este tipo de canela se reserve más para usos puntuales o aplicaciones donde se busque un impacto aromático potente, como en infusiones especiadas, tés chai o productos de repostería.
Es la variedad más utilizada a nivel industrial por su intensidad, durabilidad y precio más accesible.

La canela en la medicina tradicional china (MTC)
En la Medicina Tradicional China (MTC), la canela ,especialmente la variedad Cassia, es conocida como Rou Gui (la corteza) y Gui Zhi (las ramas tiernas). Desde hace siglos ocupa un lugar destacado dentro del grupo de hierbas que calientan y movilizan la energía vital del cuerpo, el Qi.
Visita este post sobre las hierbas medicinales de Asia para conocer más sobre las plantas de la Medicina Tradicional China.
Según este enfoque terapéutico ancestral, la canela apoya funciones energéticas relacionadas con el calor interno, la circulación y el equilibrio del organismo.
Este enfoque terapéutico milenario refuerza el papel de la canela más allá de lo culinario, considerándola una planta de gran valor en contextos de cuidado integral y bienestar tradicional.

Métodos de procesamiento y calidad
El procesamiento de la canela influye directamente en su calidad aromática, su textura y su valor comercial. Aunque el procedimiento puede variar ligeramente según la región y la variedad botánica, los métodos tradicionales siguen siendo predominantes en las zonas de cultivo más reputadas, como Sri Lanka o Indonesia.
El proceso comienza con la recolección de ramas jóvenes del árbol, generalmente de entre 2 y 3 años. Se retira la corteza externa y se extrae la corteza interna, que es la parte utilizada comercialmente. Esta se deja secar al sol, donde se enrolla de forma natural.
Posteriormente, se clasifican por grosor, color, fragancia y textura.
Los criterios clave de calidad incluyen:
- Contenido de aceite esencial (especialmente cinamaldehído y eugenol).
- Bajo contenido en cumarinas (relevante en la variedad Cassia).
- Uniformidad del color y la textura.
- Fragilidad y finura del quill en la variedad Ceilán.
En entornos profesionales, la calidad organoléptica se evalúa no solo por el aroma en crudo, sino también por su comportamiento en infusión: claridad, persistencia aromática y compatibilidad con otros ingredientes.
Las variedades premium suelen destinarse a mezclas de alta gama, mientras que los grados industriales se emplean en productos alimentarios o extractos.
Partes de la canela utilizadas
La canela se emplea en diferentes formas, cada una con aplicaciones específicas dentro de la industria:
- Corteza interna seca: Es la forma más habitual, ya sea en rama o molida. Contiene la mayor concentración de compuestos aromáticos y principios activos, y es la base para infusiones, mezclas y productos culinarios.
- Ramas tiernas (Gui Zhi): Utilizadas principalmente en la Medicina Tradicional China, ofrecen un perfil aromático y terapéutico distinto al de la corteza, y se emplean en fórmulas energéticas tradicionales.
- Aceite esencial: Se obtiene por destilación de la corteza o las hojas. Es altamente concentrado en principios volátiles, como el cinamaldehído, y se usa ampliamente en aromaterapia, perfumería natural y cosmética funcional.
- Hojas: De uso menos frecuente, se emplean en algunas preparaciones tradicionales de determinadas regiones, especialmente en el sur de Asia. Aportan un aroma más herbáceo y notas distintas a las de la corteza.
Entender estas distintas partes y sus propiedades permite a los profesionales optimizar el uso de la canela en diversas formulaciones y productos.

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Usos tradicionales y actuales de la canela
Históricamente, la canela ha ocupado múltiples roles en diferentes culturas: como especia, conservante natural, incienso ceremonial o ingrediente en fórmulas herbales.
La canela en infusiones, tés y mezclas
La canela es una de las especias más versátiles en el diseño sensorial de mezclas de té e infusiones. Su perfil aromático cálido, dulce y ligeramente picante permite que actúe tanto como nota principal como componente de fondo en combinaciones más complejas.
En tés negros
En estos tés la canela ayuda a potenciar las notas malteadas y realza el matiz aromático de variedades como el té negro Assam.
En rooibos y honeybush
La calidez de la canela, en este caso, ayuda a resaltar el dulzor natural de la base de esta infusión.
En mezclas chai o ayurvédicas
En este tipo de mezclas, la canela se convierte en un elemento central que armoniza con el clavo, el cardamomo y la pimienta.
Otras infusiones tradicionales con canela
La canela también suele combinarse con ingredientes como el hinojo, anís, menta y/o jengibre, aportando equilibrio aromático y complejidad a la mezcla.
Más allá de sus cualidades funcionales, la canela aporta sensaciones de confort, tradición y sofisticación, transformando una infusión sencilla en una experiencia sensorial envolvente. Trabajar con canela de Ceilán, en formato troceado o polvo fino, permite una mayor cobertura aromática y control en la dosificación.
Para quienes diseñan blends o cartas de infusiones, conocer las variedades, el tipo de corte y la dosificación es fundamental para lograr combinaciones equilibradas y diferenciadoras.

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La canela en suplementos y productos funcionales
La canela se emplea frecuentemente en extractos secos, cápsulas y formulaciones que han sido estudiadas en relación con el metabolismo de los azúcares.
Su perfil fitoquímico, especialmente el contenido en cinamaldehído y polifenoles, la convierte en un ingrediente de interés para desarrollos en fitoterapia y nutrición funcional.
Cosmética natural y aromaterapia
El aceite esencial de canela es un componente valioso en la formulación de productos cosméticos y tratamientos aromaterapéuticos. Su aroma estimulante se utiliza para crear experiencias sensoriales que buscan revitalizar y armonizar el bienestar.
En cosmética, también se valoran sus propiedades antimicrobianas naturales, siendo un ingrediente recurrente en productos para el cuidado de la piel y masajes.
Como especia en repostería, gastronomía y bebidas
La canela es un ingrediente clave en el desarrollo de productos gastronómicos y bebidas, gracias a su perfil aromático ligeramente dulce y especiado. Se utiliza ampliamente en repostería, panes especiales, platos salados de tradición oriental y bebidas como licores.
En productos de temporada o recetas con identidad, su sabor familiar la hace ideal para recetas con identidad estacional o tradicional. Su versatilidad permite emplearla en polvo, en rama o infusionada, según el tipo de preparación y el resultado deseado.
Para profesionales de cocina, hostelería y desarrollo de producto, elegir correctamente la variedad (Ceilán o Cassia), el formato y la dosificación puede marcar la diferencia en términos de sabor, equilibrio aromático y percepción de calidad.

Aplicaciones y perspectivas finales
La canela es mucho más que una especia aromática. Su historia, su composición única y su versatilidad en formatos y aplicaciones la convierten en un ingrediente estratégico para profesionales que trabajan con infusiones, productos funcionales, gastronomía o bienestar natural.
Comprender sus tipos, propiedades y calidades permite formular propuestas más equilibradas y diferenciadoras, alineadas con las demandas actuales de los consumidores.
Ya sea como nota protagonista en una mezcla herbal, como ingrediente funcional en un suplemento o como base aromática en un cosmético, la canela demuestra que los ingredientes tradicionales pueden seguir siendo una fuente de innovación si se entienden con profundidad.