¿Puedes duplicar o triplicar las ventas de un producto solo cambiando su nombre? ¡La respuesta corta es sí!
No es el único factor para que tu té sea un éxito, pero el nombre adecuado afecta directamente a la percepción que los consumidores tienen del mismo.
Hemos realizado numerosas pruebas durante los últimos 10 años y algunos de los resultados han sido sorprendentes.
En este post te desvelamos la metodología que usamos para encontrar grandes nombres para nuestros tés, y cómo puedes aplicar las mismas estrategias en tu negocio.
El efecto positivo de cambiarle el nombre a un té
La experiencia es el mejor maestro en el mundo del marketing, y nada ilustra este principio mejor que un ejemplo real.
Hace bastantes años creamos una infusión llamada “Romero – Tomillo – Limón”. Pensábamos en aquel momento que era un gran nombre. Claro y descriptivo sobre su sabor.
Además de todo ¡Estaba delicioso!
En cuanto las ventas… no estaban mal, pero tampoco eran las mejores. Después de 5 años, alcanzó el puesto número 26 en nuestro top ventas de tisanas herbales en Francia y Bélgica.
En 2017, decidimos cambiar su nombre a “Amour Provence”. Pero no esperábamos lo que sucedería después.
En solo un año, nuestro top ventas nº26 se convirtió en el nº1 en la categoría de tisanas herbales. La receta no cambió, como tampoco lo hizo el precio. El único ingrediente secreto para este éxito fue el de darle el nombre correcto a una gran receta.
Fue entonces cuando entendimos que, incluso siendo un proveedor B2b, el nombre del producto puede impactar determinantemente en el rendimiento de las ventas.
El nombre del producto: la guinda del pastel para una receta deliciosa.
A priori, poner nombre a un té parece bastante simple. Pero nada más lejos de la realidad.
Las fases de creación de un producto, o de selección para una tienda, pasan por responder las siguientes preguntas:
- ¿Qué quieren mis clientes?
- ¿Qué ingredientes debería usar?
- ¿Cómo debo comunicar las ventajas de este producto?
- ¿Qué empaquetado se ajusta mejor?
- ¿Qué imágenes debo usar? ¿Qué colores?…
Hasta que llega la pregunta final ¿Cómo debería nombrarlo?
Queremos ayudarte, desde nuestra experiencia, a responder esta última pregunta determinante para el éxito de tu producto.
¿Listo? Aquí van nuestros consejos:
1 - Mejor un nombre corto
Se dice que lo bueno, si es breve, es dos veces bueno.
Aquí hay varios factores por los que mejor poner un nombre corto:
- Es más fácil de recordar
- Evita problemas al escribirlo en etiquetas
- Más fácil de encontrar en tu tienda online o internet
Además, un nombre corto facilita el branding cruzado. Si planeas expandir tu línea de productos, un nombre corto y adaptable puede servir como base para una serie de productos relacionados, manteniendo una coherencia de marca que los consumidores pueden reconocer y seguir.
2 - Coherente con tu concepto de marca
Es muy importante que, bajo ninguna circunstancia, el nombre elegido contradiga los principios por los que tu marca se rige.
Del mismo modo piensa en la audiencia objetivo de tu marca. Un nombre que resuene con tus consumidores potenciales es más probable que capte su atención. No es lo mismo vender para un público joven y más inexperto que para bebedores experimentados amantes de lo tradicional.
3 - Investigación cultural y lingüística
Realiza una investigación cultural y lingüística. Asegúrate de que el nombre no tenga connotaciones negativas en otros idiomas o culturas, especialmente si planeas comercializar tu té a nivel internacional.
Lo que puede parecer un nombre excelente en un país, para otros países podría ser totalmente lo contrario: desde absurdo a malsonante.
4 - Fácil de pronunciar y deletrear
Imagínate a tus clientes entrando a tu tienda y pidiendo este té. ¿Podrán pronunciarlo fácilmente después de verlo escrito?
En el caso de que vendas online. ¿Sabrán buscarlo en tu tienda o Google tras haber oído su nombre?
Es por esto que te aconsejamos que busques un nombre fácil de pronunciar y de escribir.
5 - Sé distinto. Sé original.
A menudo los nombres de los tés suelen ser muy similares los unos de los otros. Esto resulta en pasar totalmente desapercibidos en el mercado.
Eso sí, hay excepciones a esta regla. Los tés de origen, o las recetas clásicas como el Earl Grey, o Chai, deben de conservar su nombre original. Ten en cuenta que tus clientes ya los conocen así, y venderles recetas clásicas con otro nombre, puede causar más rechazo y confusión que deseo de compra.
6 - Protégelo cuando sea necesario.
Este consejo es opcional, pero puede ser importante considerarlo dependiendo del tamaño de tu negocio de té.
Para ello, las preguntas que debes hacerte son:
- ¿Está permitido usar el nombre “X”?
- ¿Está libre de derechos para poder usarlo a nivel comercial?
- ¿Se puede registrar como una marca?
Si está permitido o no, depende de la legislación vigente de cada país. Para saber si está libre para poder usarlo, tendrás que investigar con un abogado o consultar el registro de marcas y patentes de tu país.
Conclusion
El que un té se convierta en un top ventas en tu negocio implica dos factores directos: la calidad y su nombre.
Una buena receta, con un mal nombre, tiene muchas probabilidades de fracasar en el mercado.
Para elegir el nombre perfecto, piensa en que resuene con tu audiencia, que no tenga ningún tipo de connotación negativa, y que no esté registrado en la propiedad industrial.
Al final, un nombre poderoso puede ser el impulso que necesitas para destacar en un mercado cada vez más competitivo.