Intro
Seguro que alguna vez oíste a alguien decir que una vez probó té pero no le gustó. ¡No has sido el único! pero todo tiene una explicación. Puede ser que realmente no le guste, que no escogiera un té idóneo a sus gustos, o lo que viene a ser más común: que no supiera cómo preparar té correctamente.
Saber cómo hacer té es fundamental para fidelizar a tus clientes. Tanto para servirlo tú mismo en un negocio hostelero, cómo para explicarlo al cliente que lo pide a granel en una tienda de té.
En este post, te explicamos cómo hacer un té de modo fácil, siguiendo solo 4 pasos.
Elementos a tener en cuenta al preparar té
Todo parte con tener los accesorios adecuados y contar con agua de calidad. Si tu ciudad tiene buena agua del grifo ¡estás de suerte! en caso contrario puedes usar agua de mineralización débil.
Pero si hay algo que debes de controlar estrictamente es la temperatura del agua, el tiempo de infusión y la cantidad de té. Los valores para cada té son diferentes, por lo que te aconsejamos que preguntes a tu proveedor que será quien mejor puede aconsejarte.
1 - Calienta el agua según el tipo de té
Lo primero es calentar el agua a la temperatura indicada para el tipo de té que vas a preparar. Para ello puedes utilizar un hervidor automático que te mide la temperatura, o simplemente un termómetro.
Cada té se infusiona a una temperatura diferente. Cuanto menos oxidada esté la hoja menor será su temperatura.
Por ejemplo, un té blanco el cuál es el menos procesado de todas las familias de tés, se puede preparar a una temperatura de 70ºC. Mientras un té negro, cuya hoja está totalmente oxidada, se infusionará a una temperatura cercana a los 100ºC.
Si infusionas un té verde a la temperatura de un té negro, quemarás la hoja provocándose un sabor no deseado. Mientras si un té negro lo infusionas a menor temperatura, perderás mucho de los matices que lo hacen realmente interesante.
2 - Pon el té en el filtro de la tetera
Mientras el agua se calienta ve preparando la cantidad de té en hoja que vas a infusionar. Luego deposítalo en el filtro de la tetera. En caso de no tenerlo puedes usar un filtro de papel o metálico.
Para poner la cantidad exacta de té puedes usar una pequeña báscula. Con el paso del tiempo habrás ganado en práctica y con la ayuda de una cuchara medidora te bastará.
Es importante que uses la cantidad adecuada para cada té. Más té de la cuenta lo hará excesivamente concentrado y fuerte, mientras que menos cantidad pasará desapercibido.
3 - Vierte el agua en la tetera y pon el cronómetro
El siguiente paso es verter el agua en la tetera sobre las hojas de té lentamente y poner un cronómetro a funcionar. Es muy importante que las hojas no estén en contacto con el agua más tiempo del indicado.
Y es que el tiempo de infusión también varía según la familia de té. Los tés blancos, verdes, y algunos Oolongs tienen menor tiempo de infusión que un té negro o Pu Erh.
Si dejas un té verde más tiempo del recomendado su sabor te resultará tan astringente que te costará trabajo beberlo.
4 - Retira las hojas de té y ¡a disfrutar!
Pasado el tiempo de infusión retira el filtro con las hojas de té humectadas y sirve. Ya solo te queda disfrutar de una maravillosa taza de té.
Si es un té negro Assam o Ceylon quizás quieras añadir unas gotas de leche. Mientras si eres de los más golosos quizás quieras añadir un poquito de azúcar o edulcorante.
Conclusión
En este post hemos visto cómo preparar un té siguiendo solo 4 pasos.
Todo es tan sencillo como calentar el agua a la temperatura indicada según el tipo de té. Después añadimos la cantidad de té necesaria y lo dejamos infusionar el tiempo exacto que nuestro té requiere. Pasado ese tiempo retiraremos las hojas de la tetera y serviremos a cada comensal en su taza.
Que tus clientes sepan cómo preparar té, o que tú lo sirvas como mandan los cánones, te ayudará a que su experiencia sea tan positiva que retornen a tu negocio.